1.  Considera tu estilo de vida

Antes de sumergirte en diferentes estilos de sofás, tómate un momento para considerar tu estilo de vida y lo que puedes necesitar de un sofá en tu día a día. Si tienes una familia numerosa, un chaise longue puede ser la mejor opción. Si tienes mascotas o niños, puede ser una buena idea optar por una tapicería de tela resistente a las manchas. Si la relajación y la comodidad están en primer lugar en tu mente, es posible que desees mirar estilos de sofás con respaldos reclinables o asientos extraíbles. A la hora de elegir sofá es mejor que ya tengas en mente algunos “imprescindibles” clave que te ahorrarán mucho tiempo y energía.

2. Determina la orientación del sofá

Otro elemento a decidir antes de elegir tu sofá es cómo planeas orientarlo en tu espacio. ¿Colocarás el sofá contra una pared o se exhibirá en el centro de una habitación donde quedará expuesto su respaldo? Si buscas una rinconera o un chaise longue, ¿dónde quieres que se coloque? Conocer estos detalles ayudará a eliminar cualquier opción que no se ajuste a tus requisitos.

3. Mide y luego vuelve a medir

¡Nunca vas a medir demasiadas veces! Es súper fácil cometer errores en este paso del proceso, así que asegúrate de saber exactamente cómo de grande o pequeño es el sofá que puedes acomodar en tu espacio, incluido el largo, alto y ancho. También es importante tomar medidas de las entradas y los pasillos, porque aunque un sofá tenga el tamaño perfecto para tu salón, es posible que no quepa por la puerta de entrada o por el hueco de las escaleras.

4. Se selectivo/a con la tela del tapizado

Es fundamental elegir la tela de la tapicería adecuada para tu estilo de vida. Como ya hemos dicho, si tienes mascotas o niños pequeños, es aconsejable optar por una selección de telas de alto rendimiento. También es esencial estar al tanto de la calidad de la tela de tapicería del sofá que te guste, incluidos los códigos de limpieza y las recomendaciones de mantenimiento.

1. Elige un color que se adapte a tu espacio

Ahora es el momento de tomar una de las decisiones más importantes hasta el momento… ¡El color de tu sofá! Hay muchas direcciones diferentes que puedes tomar a partir aquí, desde una tela brillante hasta un color vivo o uno neutral. Realmente no hay forma de hacerlo bien o mal, simplemente guíate por lo que te guste y te vaya a seguir  gustando (y del que no te cansarás) en los próximos años.

6. Elige un estilo que se adapte a tu hogar

Por supuesto otro componente a tener en cuenta son los muebles existentes en el espacio en el que colocarás el sofá. Si las sillas, estanterías o mesa de centro tienen un estilo más tradicional o vintage, te sugerimos que te ciñas a este tipo de estilo para tu sofá. Del mismo modo, una casa más minimalista o moderna generalmente requerirá de un sofá moderno como complemento. Sin embargo, según el nivel de comodidad del diseño, puedes mezclar y combinar estilos, siempre que el resultado final cree una armonía.

7. Ten en cuenta el estilo del brazo

Los estilos de los brazos de un sofá a menudo se pasan por alto, ¡pero eso no debería ser así! Hay muchos estilos que van desde siluetas aladas hasta ángulos de líneas limpias, desde reposabrazos enrollados hasta grandes y pequeños… Un sinfín de opciones que ofrecen diferentes beneficios. Por eso es fundamental probar los brazos de cualquier sofá que te guste para asegurarte de que sean resistentes y firmes o más blandos y suaves según tu gusto y comodidad.

8. Prueba los cojines del asiento

Los cojines de los asientos vienen en diferentes formas y tamaños. Si estás comprando una pieza de mayor comodidad, querrás buscar una sensación más blanda y como de “hundirse” en él. Pero, si estás comprando una pieza de relax más formal, puedes optar por un cojín firme y estructurado que mantenga su forma le pongas el peso que le pongas.

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